Legionario.
Un legionario, Manuel es una persona que presume de: Asesino, ladrón, pendenciero, borracho, drogadicto, y a la vez de católico, defensor de la fe y de la tradición cristiana.
Todo a la vez, en un batiburrillo que por lo visto cabe dentro de sus cabezas.
Desfilan por semana santa con una pasión, chulería, arrojo, sacrificio y marcialidad merecedores de mejores causas.
El año pasado, el desfile fué prohibido en Hospitalet de Llobregat, y para saltarse el veto del ayuntamiento, lo hicieron detrás de una manifestación, y amparados en esta, que llevaba una pancarta que ponía: “Libres para manifestar nuestra fe”.
Que fe mas pobrecita y maltrecha que se manifiesta con marchas militares.
Para los legionarios, el desfile es un servicio a Dios y se ven perfectamente capacitados y legitimados para hacerlo, es servicio a la patria, saben perfectamente que Dios es Español, faltaría más, y que pese a todas sus perrerías, está de su parte.
Como en la guerra civil en la que en nombre de Dios, se mataba, se violaba y se robaba.
Me pregunto cuando dejará este país de mezclar, folclore, religión, patria y fe.
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